Existe apenas ninguna Planta que se presente tan positiva, diferente y polifacética como lo hace el bambú. Para casi 1,5 mil millones de personas – sobre todo en Asia – el Bambú tiene un significado ecológico, económico y cultural enorme.
El espectro de uso es bastante extenso:
– Producto alimenticio (Brotes)
– Materiales de Construcción (de casas y muebles)
– Textiles y material de trabajo ecológico (Fibras)
– Uso de extractos de plantas (Ej. Leche de Bambú)
– Uso energético (Ej. «burnpellets» y carbón activo
El Bambú se puede manufacturar de manera sencilla y parecida a la madera. No obstante, los tubos tienen que ser tratados con herramientas bien afiladas ya que la capa externa del Bambú es extremadamente dura. Por ello El desgaste de las herramientas es mucho más pronunciado que cuando elaboramos la madera común. Por otro lado, si tratamos de dividir los tubos de manera vertical resultará relativamente fácil. En cambio, si tratamos de perforarlo, los agujeros tienden a deshilacharse. Por ello se recomienda el uso de un taladro para metal bien afilado.
Las cañas de bambú pueden ser dobladas frías poco después de la cosecha. Si se realiza la torsión más tarde, los tubos tienen que ser calentados con un mechero bunsen, hasta llegar aproximadamente a unos 150ºC. Después de enfriarse mantendrán su forma curvada.
Las cañas de bambú pueden ser teñidas de diferentes maneras. Pero su superficie lisa y casi no porosa hace que la aplicación de color o laca se presente más bien difícil. Un tono garantizado con un resultado duradero y permanente se consigue mediante procesos químicos. El tratamiento con uso de ácido nítrico da como resultado un tono marrón, En los que se usa el sulfato ferroso el resultado será negro, mientras el sulfato de cobre reaccionará para darle un tono verde. Para conseguir una superficie brillante se aplican ceras vegetales calientes en los tubos y son pulidos a continuación hasta que la superficie queda lisa.
Cuando la piel externa todavía es suave y verde, las cañas son fáciles de pelar. Éstas tiras de fibra retiradas del tubo se pueden usar como material de unión. Por ejemplo, para el montaje de andamios. también se puede usar como material para el trabajo artesanal que incluye actividades como tejer o trenzar.
Para conseguir que las cañas sean resistentes a los insectos, pueden ser ahumadas, calentadas, hervidas o remojadas. El método más común para conseguir la inmunidad del bambú es aquella en la que se utiliza Borax. El bambú se introduce en un baño de inmersión, o es penetrado con alta presión por la solución de Borax. Las cañas usadas en la construcción se deben proteger generalmente de humedad, para que no sean atacados por hongos e insectos. Esto se consigue de mejor manera con medidas de construcción constructivas, como una orientación oeste-este consecuente, suficientes tejados, y una barrera en contra de la humedad ascendente del suelo.